Los usuarios de el día de hoy han de estar mucho más alerta que jamás a las tácticas de marketing capaces, aun ilusorias. Naturalmente, hay leyes de protección al cliente diseñadas para desalentar la propaganda ilusoria, pero si ningún cliente muestra una protesta, los avisos de manera frecuente quedan sin contestación. Para las considerables compañías, que tienen la posibilidad de posibilitarse una demanda ocasional, la recompensa frecuenta servir el peligro de divulgar un aviso que rompe el estándar. Los minoristas y distribuidores asimismo tienen incontables trucos bajo la manga, como descuentos instantáneos, creando una falsa sensación de urgencia o escasez, y costos atractivos.