En un movimiento inesperado, varios artistas, entre ellos Sarah Andersen, Kelly McKernan y Karla Ortiz, están preparando una demanda colectiva contra la inteligencia artificial (IA) por violar la propiedad intelectual a través de imágenes generadas por esta tecnología. El objetivo principal de esta demanda es prevenir futuros daños.
La IA ha experimentado un impresionante crecimiento en los últimos años y se espera que en 2023 tenga una presencia aún más notable en la sociedad. Aunque la IA tiene muchas ventajas, como un mayor control en procesos productivos y la toma rápida de decisiones, también tiene sus desventajas.
Por ejemplo, en muchas ocasiones, los trabajadores han sido reemplazados por la IA, lo que les roba la oportunidad de permanecer en ciertas áreas. Además, la tecnología de IA es costosa y difícil de adquirir, lo que a menudo obliga a las empresas a buscar alternativas más económicas y rápidas.
La demanda en cuestión se enfoca en tres compañías de arte digital, Stability AI, DeviantArt y Midjourney, quienes están siendo acusadas de violar los derechos de autor y los derechos de publicidad, así como de violar la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital y romper el contrato de los términos de servicio al utilizar la herramienta Stable Difussion para generar obras de arte creadas por IA. Los demandantes están advirtiendo sobre los peligros de la IA en el ámbito artístico y buscan proteger sus derechos y evitar futuros daños.
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En resumen, aunque la IA tiene muchos beneficios, es importante tener en cuenta sus desventajas y asegurar un equilibrio en su uso. La demanda presentada por estos artistas es un recordatorio de que también es necesario proteger los derechos de los creadores y evitar la infracción de propiedad intelectual en el campo del arte generado por IA.