El uso excesivo del teléfono móvil puede llegar a convertirse en un comportamiento obsesivo que puede interferir y perjudicar la conducta y la vida cotidiana. Una variante de este fenómeno es el llamado phubbing, que se refiere a la conducta de despreciar a otras personas en una interacción social mediante el uso del teléfono móvil.
El phubbing no se trata de interrumpir una conversación para atender una llamada urgente o utilizar el smartphone para acceder a información, sino más bien de hacer caso omiso a quienes nos rodean sin pedir permiso ni ofrecer disculpas mientras consultamos nuestro móvil.
Esto puede hacer que la persona que se siente ignorada se sienta despreciada, ofendida o ignorada, lo que puede dañar la relación personal con quien debería estar prestando atención.
Un estudio evaluó el efecto de la presencia y uso de smartphones en las conversaciones cara a cara en entornos sociales. Los resultados mostraron que el uso del teléfono móvil puede interferir en las relaciones humanas presenciales, especialmente cuando se está tratando de asuntos personales y se espera una mayor atención por parte del interlocutor.
El hecho de desviar la atención de la conversación para enviar mensajes, consultar redes sociales u otras actividades que involucren el uso del teléfono móvil puede ser percibido como un desprecio y dañar las relaciones personales.
El phubbing es especialmente perjudicial en relaciones de pareja y puede afectar negativamente la salud emocional de la persona que lo sufre, haciéndola sentir aislada o menospreciada.
También puede ser dañino para la relación entre padres e hijos, ya que los niños pueden sentirse ignorados y pueden tener problemas de atención y conducta. Es importante ser conscientes de cómo nuestro uso del teléfono móvil puede afectar a nuestras relaciones personales y tratar de minimizar el phubbing en la medida de lo posible.